¿Qué cara pones cuando llegas un día tarde al trabajo? Javier, un joven de Montijo, tuvo que improvisar sobre la marcha al llegar tarde, un día después, a la cita laboral que tenía en Bilbao. Y todo por culpa de una avería, una más de las ocurridas durante este verano negro para los viajeros del ferrocarril por Extremadura.
Javier tenía que estar en Bilbao el domingo por la mañana temprano. Con bastante tiempo de antelación, cogió el tren en Montijo a las 9.04 del sábado, 12 de agosto. Su destino era Madrid, donde estaba previsto que llegara a las 13.53 horas. Su plan era coger allí otro enlace, a las 16 horas, hacia Bilbao. Tenía tiempo de sobra para picar algo y quizás terminar esa novela que tanto le estaba gustando…