«A mí en el tren a Madrid me ha pasado de todo, desde descarrilar a cinco kilómetros por hora hasta coger una bronquitis en pleno agosto». Así resume su larga experiencia con el ferrocarril extremeño el actor placentino Chema Trujillo, uno de los promotores de una nueva plataforma ciudadana por la mejora de las comunicaciones en la región, que ha comenzado a dar sus primeros pasos. La han bautizado como ‘Milana Bonita’, la famosa expresión que el personaje de Azarías pronuncia en la película de Mario Camus ‘Los santos inocentes’, y que ha quedado en el imaginario colectivo como símbolo de la candidez y la marginación de un pueblo condenado durante siglos a la ignorancia, el atraso y el olvido.
‘Milana bonita’ pretende ser un movimiento cívico, sin lazos con ningún partido político. Hay representantes públicos, como la alcaldesa de la pedanía placentina de San Gil, Esther Sánchez, y aceptarán la colaboración de otros que estén interesados, pero solo si entran a título particular y sin consignas partidistas. La plataforma tiene su origen en Plasencia, una ciudad históricamente maltratada en cuanto a las comunicaciones ferroviarias, pero su vocación es regional y cuenta con colaboradores de otras poblaciones…