El próximo 3 de octubre la Asociación Valenciana de Empresarios, el lobby que representa a las empresas punteras de la Comunidad Valenciana, tiene previsto realizar en Ifema, Madrid, el acto central de su campaña de reivindicación del Corredor Mediterráneo, después de haber desembarcado sonoramente en puntos estratégicos como Tarragona, Murcia o Almería. La fecha se marcó meses antes de que el presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, anunciara su intención de convocar el día 1 de octubre el referéndum sobre la independencia y ha querido el destino que ambos actos apenas queden separados por 48 horas. Un suspiro temporal que, sin duda, acabará condicionando el escenario en el que se moverán Vicente BoludaJuan RoigFederico FélixFederico Michavila y el resto de la numerosa comitiva, que ha incluido siempre a una importante representación de empresarios valencianos, catalanes, andaluces y madrileños. Se esperan al menos 1.000.

La reivindicación de una infraestructura como ésta, que pretende conectar todo el arco mediterráneo español, supone cambiar la filosofía tradicional que ha alumbrado las infraestructuras en España, que ha sido radial desde los tiempos de Carlos III -de Madrid, kilómetro cero, hacia las capitales de provincia- y casi nunca circular.

Pero, además, plantea conectar territorios tan distantes como Andalucía y Cataluña, con el relevante protagonismo estratégico que la geografía otorga a la Comunidad Valenciana, eje vertebrador del corredor y valiosísimo instrumento de aproximación de ambos territorios.

Durante mucho tiempo, la obra fue pasando de cajón en cajón y, aunque aparecía contemplada en los Presupuestos del Estado, realmente no dispuso de un impulso efectivo en un clarísimo error estratégico del Gobierno de España, que nunca explotó las posibilidades políticas que esta obra tenía para aproximar a los empresarios catalanes a una estrategia de mayor altura como era convencer a la ciudadanía catalana de que dentro de España se vive mucho mejor. Y de que en España, mayoritariamente se les quiere.

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